lunes, 21 de mayo de 2018

Košarka a la vista (III): Tratado de la pulcritud blanca


De OAK Hill a Madrid, de bulldog a Niznhy. A Peso aflora Trey con cada reencuentro. La llave para abrir el candado de lo efímero, de lo eterno. La silueta en la sombra que desentraña el entuerto. Levitar con pies de plomo, como ausente, para el advenimiento final cual tótem. Balones para Thompkins.


Fue en Berlín, en cancha ajena, la grada como hoy de amarillo, la reseña de 1980 como estímulo. Tarea de equipo. Sereno Laso, dotó de continuidad a su quinteto atípico del último cuarto. Selló con Tavares el acceso directo al aro. De escudero, el de Georgia al lado. El poso de Luka, Causeur base en segundo plano, y de artillero Carroll. No fueron los galácticos, no, quienes sacaron a Zeljko de su particular obituario. Zafados del Llull-sistema y la dependencia en Randolph, Pablo fraguó en la complementariedad de roles su mandato. Sergio y Rudy en tareas de zapa, brillo relegado. Era de rigor acometer la segunda vía con el extra pass de Ayón neutralizado. Fructificó, el cetro continental no mutó en dorado otomano, asintió más bien sobre pedestal de blanco plateado.



Y mientras nosotros seguimos bajando por el camino
nuestras sombras crecen más que nuestra alma
y por allí camina una dama a la que todos conocemos
que irradia una luz blanca
Y quiere mostrarnos como todo, aún se convierte en oro
Y si escuchas atentamente
la melodía al fin vendrá a ti.
cuando todos sean uno y uno sean todos
para ser una roca y no rodar, no rodar...


Jimmy Page a la guitarra y Robert Plant nos conducen a la escalera del éxtasis, imprescindible, como lo fue este fin de semana la obra del Real Madrid.   






Frente a tu casa hay un arbusto de mirto
Ah! no beberé agua, mi mujer
porque tú estás sudando, sudando
Deseo que mi dios te entregue a mi
toma la daga, mi mujer
apuñálame y déjame morir.
Ah! déjame ser esclavo en tu puerta
mi preciosa.
Frente a tu casa hay un árbol de Sésamo
Ah! desearía encontrar agua para lavar mi cevre
desearía quitar el velo que cubre tu rostro
quedarme y apreciarlo.



¿Qué culpa tiene Nicolò? Colapsado el carril continuado con Vesely, el de Reggio pasó a ser referente. Sentido y sensibilidad como atrezzo. El giro de Melli al regazo de Trinchieri vive su apogeo. Testimonial Sloukas, sin space suficiente, la escueta presencia de Nunnally hiere. Wanamaker a empellones hizo de tahúr sin éxito. Istanbul llora el drama. El drama de Fatmagul. 





Siderurgia silenciosa vestida de frac. Voluntad de acero. Brest nos trajo a Fabien Causeur. Y la Margen Izquierda del Nervión a Eskorbuto. Es la historia triste de cada despedida. O al menos hasta que Vitoria tome el relevo.  



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